La paciente sufrió una grave peritonitis por perforación intestinal
Una clínica de cirugía estética deberá pagar 30.000€ a una paciente de 51 años por la secuelas sufridas tras someterse a una liposucción de vientre y muslos. La mujer, que no fue examinada por ningún médico de la clínica durante el postoperatorio, ingresó pocos días después con una peritonitis consecuencia de una perforación en el intestino, por lo que tuvo que ser operada de urgencia.
La intervención se realizó el 4 de junio, aparentemente sin incidencias. La paciente señaló que eligió esta técnica al ser poco invasiva y no dejar cicatrices. Esa misma tarde, comenzó a sentir molestias abdominales, pero fue dada de alta sin que ningún sanitario le examinara. Seis días después, acudió al Hospital Universitario de Burgos donde se le realizó un TAC, en el que se vio el estado de gravedad, por lo que tuvo que ser intervenida de urgencia para salvar su vida.
Grave shock séptico de origen abdominal
La paciente sufrió un grave shock séptico de origen abdominal que puso en riesgo su vida, así lo señala la sentencia, que también habla de ‘dos momentos críticos: la intervención y el postoperatorio‘.
La mujer, representada por el despacho de Abogados Gómez Menchaca deberá ser indemnizada con una cantidad de 30.000 euros con una reducción del 15% por culpa compartida, al entender el juez que parte de la responsabilidad era de la paciente, que faltó a la primera cita programada tras la intervención para la realización del seguimiento.
Fuente: El Correo