«Una operación de vesícula me ha destrozado la vida»
Pilar es víctima de una presunta negligencia médica. Esta bilbaína, que sufría paraplejia, demanda a una clínica privada al perder la movilidad y la fuerza de los brazos después de una intervención digestiva.
«No hay dinero en el mundo para pagarme lo que me han hecho». Pilar habla con una mezcla de resignación y de rabia. Resignación porque está acostumbrada a que la vida le dé la espalda en materia de salud. De rabia porque no entiende que una intervención digestiva le haya dejado los brazos inutilizados, sin movilidad ni fuerza para valerse por sí misma.
Los despacho de abogados Gómez Menchaca, que la representa, pide en su demanda una indemnización de medio millón de euros por los daños físicos y morales que soportó la paciente desde la operación digestiva.