Pacientes y juristas sostienen que en muchos casos los medicamentos fuera de indicación se administran sólo para “recortar el gasto”. Aunque prima el criterio médico, temen que a medio plazo “pueda originar daños”.
Los medicamentos fuera de indicación, también llamados ”off label”, son aquellos que se administran en el ámbito hospitalario como tratamiento para determinadas enfermedades, a pesar de estar aprobados para otras patologías. Sin embargo, siembre bajo criterio médico, se garantiza su seguridad y eficacia y suelen prescribirse, sobre todo, para determinadas enfermedades para las que se han agotado sin éxito otras alternativas terapéuticas.
En los últimos años las quejas de pacientes a los que se les ha tratado con medicamentos fuera de indicación se han incrementado. A pesar de ello, los expertos señalan que en varias ocasiones “detrás de ello hay un criterio economicista, de recorte de gasto” que lleva al médico a optar por un medicamento más barato que otro para tratar a pacientes concretos.
El abogado especializado en negligencias médicas, Carlos Gómez Menchaca, explica a ConSalud.es que, aunque este criterio es “comprensible”, por ninguna razón se debe ocultar al paciente lo que hay detrás de este tipo de decisiones.
Gómez Menchaca cuenta a este diario, por la experiencia de su bufete, cómo en los últimos años las quejas de pacientes a los que se les ha tratado con medicamentos fuera de indicación se han incrementado. “Es legal, prima el criterio médico. Otra cosa es que a medio plazo pueda originar daños y se puedan reclamar precisamente en base a que no se administró un medicamento más preciso y específico para la patología concreta”, dice.
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