Sanidad asegura que el producto, que está retirado por su toxicidad desde junio, «solo se usó en el Hospital Sierrallana», pero admite que puede haber «otros cuatro posibles afectados».
«Entré a quirófano para una operación de desprendimiento de retina inferior, y resulta que he perdido un ojo, y lo más triste es que parece ser que la causa es un producto que ya se sabía con antelación que era tóxico y causaba daños irreversibles. Es increíble». Juan Carlos Tollar, un paciente de 52 años vecino de Hinojedo (Suances), se ha convertido así en el primer cántabro afectado por el famoso perfluoroctano, que ha causado ya al menos medio centenar de casos de ceguera en toda España. Hasta ahora, Cantabria había quedado al margen del aluvión de casos atribuidos a este producto –comercializado como Ala Octa– , que fue retirado tras la alerta sanitaria de la Agencia Española del Medicamento el pasado junio.
Pero hace solo unos días, el despacho de abogados Gómez Menchaca, especializado en derecho sanitario y que tramita más de cuarenta reclamaciones de afectados en diferentes comunidades, presentaba la referida al paciente Juan Carlos Tollar ante el Servicio Cántabro de Salud (SCS). Con una peculiaridad, «que añade más gravedad al caso», y es que la intervención se realizó en el Hospital Sierrallana de Torrelavega el 8 de septiembre. Es decir, casi dos meses después de la alerta lanzada desde el Ministerio. «Es inaudito», apunta el abogado Carlos Gómez Menchaca. «Desde luego que el Servicio Cántabro de Salud debe aclarar qué ha ocurrido e iniciar un expediente de responsabilidad patrimonial. Si el fármaco ya había sido retirado de circulación, ¿cómo es que se siguió utilizando?».
La explicación que le dieron desde el servicio de Oftalmología de Sierrallana a Juan Carlos –«después de que un médico privado me confirmaraque había perdido la visión del ojo izquierdo para siempre»–, es que era «un lote distinto al retirado». «Pero si el fabricante, el nombre y las consecuencias producidas son las mismas (atrofia del nervio óptico y necrosis de retina), no hay mucho más que decir», lamenta.