El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Vitoria ha condenado a Osakidetza a pagar 20.000 euros a una bilbaína que perdió el sentido del gusto dulce al sacarle tres muelas. La sentencia considera probado que la afectada, de 45 años, nunca volverá a percibir ese sabor por culpa de un fallo ocurrido en la intervención.
Según informó ayer su bufete de abogados, la paciente fue intervenida quirúrgicamente en el Hospital de Basurto, en 2004. La operación se desarrolló bajo anestesia general, pero dado que sólo consistía en la extracción de tres muelas fue dada de alta el mismo día. No obstante, la mujer se percató de que «algo había ido mal» cuando se le pasó el efecto de la anestesia. Notó una sensación extraña en la boca, «como un hormigueo», y falta de sensibilidad en la parte derecha «de la lengua»; como si estuviese «dormida todavía».
Al volver al médico, le prescribieron diversos medicamentos, pero la situación no mejoró. Cuatro años después, sigue sufriendo esa secuela, que le provoca problemas tanto al comer como al hablar. Para el juicio, un médico especialista en neurología elaboró un informe pericial de la situación de la paciente y concluyó que los síntomas descritos coinciden con una lesión del nervio lingual derecho y que el problema está directamente relacionado con el procedimiento quirúrgico al que se sometió.
De este modo, descartó que la secuela se deba a un efecto adverso de la anestesia general y apunta como posible causa que el cirujano seccionara el nervio durante la extracción del molar.
Sin solución
Asimismo, el experto corroboró que ese tipo de rotura afecta fundamentalmente a la percepción de los sabores dulce y salado, aunque en el caso de la afectada sólo ha perdido el primero de ellos. Concluyó, además, que la lesión provocada «no es asumible como una complicación inevitable» y añadió que la técnica quirúrgica debió haber evitado el problema.
Por otro lado, aseguró no conocer ningún procedimiento médico que pudiera resolver el problema tres años después de haber ocurrido. Por todo ello, el Juzgado ha condenado al Servicio Vasco de Salud a indemnizarla con 20.000 euros, aunque cabe un recurso de apelación.
Publicado por El Correo el 24 de febrero de 2.008