Osakidetza paga 390.000 euros por la parálisis cerebral y ceguera de un bebé
Los responsables de Osakidetza han llegado a un acuerdo con una pareja vizcaína para indemnizarles con 390.000 euros por un error en la asistencia médica a su hijo recién nacido que le ha provocado una parálisis cerebral, ceguera y le ha dejado postrado en una silla de ruedas para toda su vida. El pequeño, que en la actualidad tiene dos años, es alimentado a través de una sonda ya que no puede tragar alimentos.
Perú I. nació en agosto de 2002 con un problema de atresia de coanas. Es una obstrucción nasal que impide al niño respirar por la nariz y obliga a colocar una cánula para que pase el aire. Durante dos meses, el pequeño tuvo las sondas y fue revisado por los especialistas de Cruces en varias ocasiones. En octubre, los padres de Perú comprobaron que el bebé tenía dificultades para respirar y lo llevaron al hospital. Ingresó en la UCI de pediatría. La secreción mucosa le impedía respirar y los médicos decidieron que el niño debía ser intervenido quirúrgicamente para corregir el problema.
La tragedia se desató durante su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos. Fue la propia madre del niño en una visita a la UCI la que se dio cuenta de que su hijo no respiraba bien y alertó a los médicos. Tuvo que reclamar insistentemente que atendieran al bebé, pero los médicos no llegaron a tiempo. El niño dejó de respirar, durante cinco minutos el oxígeno no llegó a su cerebro y provocó daños irreparables. «La madre tuvo que ver cómo el pequeño se ahogaba en sus propios brazos », explican desde el despacho de abogados Gómez Menchaca, que defendió a los padres en su reclamación ante Osakidetza.
Atención constante
Los médicos lograron salvar la vida a Peru, pero «las consecuencias de la falta de oxígeno en su cerebro han sido devastadoras», añaden los letrados. Hasta los 3 años no se puede determinar con exactitud cómo va a quedar el niño, pero ya se le ha reconocido una minusvalía superior al 70%. El pequeño sufre una parálisis cerebral que le mantendrá postrado en una silla de ruedas toda su vida -no puede sujetar la cabeza-, sufre ceguera y es incapaz de alimentarse por sí solo.
Los padres decidieron demandar a Osakidetza ya que consideraban que la mala asistencia médica que recibió su hijo, la falta de atención y cuidados, fue la causa de la crisis que sufrió el niño. Los responsables sanitarios optaron por indemnizar a la familia con 390.000 euros, una cantidad con la que tendrán que hacer frente a los cuidados y la atención constante que deberá recibir durante toda su vida el niño.
Publicado por El Correo el 24 de enero de 2.005