La Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha condenado a Osakidetza a indemnizar con 413.450 euros a una paciente que quedó parapléjica tras una intervención. La sentencia, que podrá ser recurrida ante el Tribunal Supremo, rebaja la cuantía de 700.000 euros tras la apelación de Osakidetza contra la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 4 de Bilbao alegando que la paciente «no era una paciente previamente sana a la que un accidente deja parapléjica, sino que se trataba de una paciente crónica, diagnosticada de histiocitosis X del cuerpo vertebral D9 a los 3 años y controlada periódicamente, por lo que la mala praxis ha agravado su situación de forma muy importante«.
Según la resolución, el baremo de accidentes de tráfico, «no tiene en cuenta el estado precedente de la paciente, ni se considera que su evolución a futuro iba a ser probablemente desfavorable aún sin intervención«.
«Paraplejia completa con afectación esfintaria«
La defensa de la afectada, ejercida por el despacho de Gómez Menchaca, señala que antes de la intervención la mujer «podía caminar con tacones con normalidad«, pese a sufrir pérdida de sensibilidad en el lado derecho del cuerpo. El 8 de octubre de 2013 fue sometida a una primera intervención en el hospital de Cruces que se tuvo que suspender y durante la cual se produjeron «complicaciones». Tras ello, su estado sufrió un «empeoramiento importante». Seis meses después, se realizó una segunda operación, en la que, según se ha declarado probado, no recibió consentimiento informado de los riesgos. La mujer sufrió una «paraplejia completa con afectación esfintaria«.
El informe de Osakidetza destaca que «dicho empeoramiento era uno de los riesgos inherentes por la mala situación preoperatoria«, aunque también reconoce que «la incidencia de estas complicaciones es baja, entre el 0,3 y el 1%«.
«Error asistencial«
El primer profesional considera que se produjo «un error asistencial» o defecto en la técnica utilizada, durante la operación. Ninguno de los especialistas, incluido el traumatólogo responsable de la intervención, descarta que se produjera «un traumatismo o corte accidental» de la médula durante la intervención.
Osakidetza admite que se trataba de una «intervención de gran dificultad y alto riesgo en la que se produjeron complicaciones que nadie deseaba» y lamenta el resultado. Desde Sanidad recuerdan que «habría que poner en valor las decenas de personas que se intervienen todos los años en las unidades de columna de Osakidetza con buenos resultados«. Asume la sentencia y será el seguro el que se haga cargo de la indemnización a la paciente.