Osakidetza ha sido condenada por el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Bilbao por dos casos de retraso en el diagnóstico. En concreto, deberá indemnizar con 70.000 euros a una paciente y con 82.000 euros a la familia de otro por lo que se conoce como ‘falta de oportunidad’.
El primer caso, es el de una mujer que presentaba un terrible dolor desde la zona lumbar hasta el talón y los gemelos. En un primer momento, en el Hospital de Galdakao el diagnóstico fue de ciática tras realizarle una exploración que los profesionales calificaron como ‘normal’. Para tratar dicha dolencia, le suministraron tratamiento farmacológico, sin embargo, dos meses después, la paciente tuvo que volver al centro con la misma sintomatología, por lo que le recetaron morfina, sin realizarle ningún tipo de prueba. Tan solo un día después volvió al notar un cosquilleo en la zona y la aplicaron medicación analgésica intravenosa.
Pocos días después, dicha paciente volvió al hospital y debido al terrible dolor que padecía, los facultativos decidieron proceder a realizarle una resonancia magnética en la que se apreció una hernia discal extruída central con síndrome de cola de caballo, es decir, comprensión de las raíces nerviosas de la base de la columna vertebral, con pérdida de sensibilidad en las piernas, por lo que tuvo que ser intervenida de urgencia en menos de 24 horas. Tras la operación, la paciente, representada por el despacho Gómez Menchaca, ha tenido que enfrentarse a muchas secuelas, entre ellas, autosondarse al haber perdido el reflejo anal.
El segundo paciente, falleció a consecuencia de una ‘pérdida de alternativa de tratamiento, que se asemeja al daño moral. En definitiva, la actuación médica privó al paciente de determinadas expectativas de curación‘. Los hecho sucedieron en 2010 cuando, se le detectó por parte del Servicio de Urología del Hospital de Basurto un carcinoma vesical con infiltración en el uréter derecho, que finalmente, derivó en dos tumores en la vejiga y uno en el uréter. El paciente fue sometido a varias extirpaciones parciales, sin embargo, el especialista en Oncología señalo que debía haberse practicado una cistectomía radical, así como quimioterapia, tratamiento que alcanza el 60% de supervivencia a los 5 años.
La familia, representada también por el despacho de Gómez Menchaca, ha sido indemnizada con 60.000 euros en el caso de la viuda, y 6.000 euros para cada uno de los hijos.
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