Es posible que se produzca una infección nosocomial por “un germen coadyuvante e invasor secundario”. Este ha sido el caso que ha estudiado una sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Vitoria.
El paciente, de 61 años, fue diagnosticado de neoplasia astral ulcero-vegetante, por lo que se remitió al servicio de urgencias de un hospital para ingreso hospitalario y valoración. Allí se le confirmó el diagnóstico y se le intervino quirúrgicamente. En la operación se practicó una gastroyeyunostomía para extirpar el tejido tumoral en su mayor medida, así como extirpación del tumor en la cabeza del páncreas. Durante el postoperatorio se le vieron imágenes neumónicas que se extendían a ambos hemotórax, siendo su evolución a partir de ese momento tórpida. La respiración del paciente era cada vez más deficiente con índices gasométricos muy bajos. Se aisló haemophilus influenzae, germen que contrajo en el servicio hospitalario. Además, en días posteriores el paciente acabó siendo contagiado por enterococo faecalis, pseudomonas y cándida provocando todo ello que, además de la neumonía contraída, el cuadro clínico degenerara en fracaso renal agudo y shock séptico con fallecimiento.
Los familiares del paciente demandaron al Servicio Vasco de Salud (SVS) alegando que no falleció por su enfermedad sino por un contagio hospitalario – de pseudomonas aeruginosa – sin que se tomaran las medidas profilácticas adecuadas.
La sentencia ha considerado probado que la infección causante del fatal desenlace fue hospitalaria o nosocomial y que no tenía relación con el proceso patológico que llevó al paciente al hospital. En efecto, el informe pericial señaló que “en la historia clínica del paciente se evidencia la presencia, en la madrugada del segundo día del ingreso, de neumonía perioperatoria”. Además, el perito hizo constar “posiblemente neumonía intrahospitalaria como causa de la evolución clínica del paciente”.
M.J.S., juez del caso, ha declarado que “el germen haemophilus influenzae causa infecciones en las que la persona humana es el único reservorio, pero no es un agente que por sí solo produzca infecciones nosocomiales típicas, sino, por el contrario, es un gran invasor secundario”.
Decisiva
El informe pericial afirmaba que el diagnóstico de neumonía perioperatoria se estableció tras el ingreso, transcurridas 48 horas, vista la evolución clínica y radiológica caracterizada por disnea, fiebre, semiología auscultatoria de crepitantes, etc. Por esta razón, pone de manifiesto que la pseudomona aeruginosa tuvo una contribución decisiva en la patología del paciente; por el comienzo y la progresión de los síntomas, la fulminante sepsis, su anidación en huésped con ablación defensiva y su respuesta a los antibióticos. El fallo, que ha acogido los argumentos de Roberto Gómez Menchaca, abogado de los familiares, ha señalado que “el hemophilus influenzae es un germen coadyuvante e invasor secundario que por sí mismo es muy difícil que produzca un cuadro de sepsis generalizada, distress respiratorio del adulto y muerte”. Además, “hay que pensar que la contribución decisiva a la infección hospitalaria se debió a gérmenes tipo pseudomona”.
La sentencia condena al SVS a pagar a los familiares una indemnización de 15 millones de pesetas.
Publicado por Diario Médico el 15 de octubre de 2.001