En las operaciones de pecho existen, como en toda intervención que suponga pasar por el quirófano, posibles riesgos de los que en muchos casos, los pacientes no son correctamente informados. Para tomar la decisión de someterse al bisturí es necesario disponer de todos los datos concretos sobre procedimiento, posibles complicaciones, cuidados posteriores, etc., para estar en condición de valorar los pros y contras de la intervención.
Recientemente, hemos conocido la sentencia de un Tribunal de Madrid que condena a la compañía aseguradora de un cirujano plástico de Bilbao a indemnizar con 25.000 euros a la paciente, representada por el abogado bilbaíno Gómez Menchaca, por negligencia médica y por no informarle correctamente sobre el punto en el que se iba a situar la cicatriz, lo que le ha supuesto importantes “sufrimientos físicos y psicológicos”.
Cualquier operación supone riesgos, algunos de ellos son:
- Complicaciones con la anestesia: uno de los factores más importantes a controlar durante la intervención es la dosis de anestesia a suministrar, puesto que en caso de no ser la adecuada puede generar posibles complicaciones como neumonía o accidentes cardiovasculares.
- Trombosis: el riesgo suele ser muy reducido, puesto que para ello se realiza un per-operatorio exhaustivo en el que se evalúa el estado de salud completo del paciente. Además, en caso de producirse problemas, estos pueden ser solucionados por el cirujano en la misma operación.
Riesgos específicos
Además de estos riesgos asociados a todo tipo de intervención quirúrgica, también existen otro tipo de complicaciones relacionadas específicamente con las operaciones de mama:
- Contractura capsular: la prótesis implantada sufre un periodo de adaptación a la mama, durante el cual, se genera un tejido alrededor de la misma que puede contracturarse, produciendo un fuerte dolor y molestias a la paciente. Las causas para que esto pase pueden ser diversas, desde una posible contaminación bacteriana, hasta un emplazamiento subglandular, una infección o el tabaco. Los avances en la calidad y los materiales de las prótesis han reducido al mínimo este tipo de complicaciones.
- Rotura del implante mamario: el riesgo es mínimo, pero puede llegar a producirse como consecuencia de un traumatismo o del propio desgaste por el paso de los años.
En caso de que esto sucediera, se apreciaría disminución en el tamaño de la mama o deformaciones, y dolor. Si esto llegase a suceder, lo recomendable es acudir lo antes posible a consulta para que el cirujano proceda a cambiar la prótesis. - Además, actualmente, se utilizan prótesis de gel de alta cohesividad que no tiene riesgo de fugas, o de suero salino, que puede ser reabsorbido por el propio cuerpo de la paciente.
- Seromas: son las acumulaciones de líquido que se producen alrededor de las prótesis. Normalmente, suele ser reabsorbido por el propio cuerpo de la paciente, pero en caso de no ser así, de procedería a la realización de un drenaje.
- Granulomas: al producirse pequeñas fugas de gel de la prótesis, se generan pequeños bultos en la mama. Normalmente, se suele proceder a la realización de una biopsia para confirmar otro tipo de problemas, como tumores.
- Problemas de cicatrización: normalmente, la cicatriz suele ser prácticamente inapreciable al de unos meses, sin embargo, hay pacientes que han presentado problemas de queloides, es decir, lesiones de la piel formadas por un crecimiento exagerado del tejido cicatrizar.
- Alergias: se han dado casos de reacción alérgica al material de las prótesis, sobre todo látex, sin embargo, este tipo de materiales cada vez están más en desuso.
- Hematomas. En algunas ocasiones aparecen hematomas tras la operación. Esto se debe a la acumulación de sangre en ciertas zonas, pero desaparecen por sí solos y lo hacen rápidamente. Si los hematomas fueran más persistentes, se eliminarán por
completo con un drenaje. - Bottoming out: cuando la prótesis desciende de su posición se le denomina con este término. Suele ser más habitual cuando se realiza el implante sobre el músculo y el tipo de prótesis no suele tener relación. Para solucionarlo, será necesaria la recolocación de la prótesis.
- Infección: suelen aparecer a los pocos días de la intervención y los síntomas más habituales son fiebre o inflamación. El tratamiento se realiza mediante el suministro de antibióticos, aunque si esto no soluciona la infección, se deberá proceder a la retirada de la prótesis. la operación, los días posteriores a la intervención tienes fiebre o ves que la zona de las mamas está más inflamada de lo normal, quizás se ha producido una infección. Si así fuera, se solucionaría el problema tomando antibióticos.
- Cambios en la sensibilidad: es muy habitual que durante las primeras semanas se tenga una mayor sensibilidad sensibilidad o incluso entumecimiento, sin embargo, suele desaparecer con el paso del tiempo.
Información precisa y clara
Todos estos riesgos deben ser comunicados a la paciente de manera precisa y clara, quien además, deberá firmar un documento de consentimiento informado. En este sentido, una sentencia de la Audiencia Provincial de Vizcaya ha vuelto a recordar que un documento genérico de información no reúne los requisitos mínimos para que el paciente pueda “decidir si se somete a la intervención que el facultativo le propone”.
La sentencia señala que en el documento facilitado a la paciente “puede observarse que se trataba de un documento preimpreso, a falta sólo de rellenar los espacios correspondientes al nombre del paciente, del médico y de la indicación del tratamiento, susceptible de ser empleado no sólo cualquiera que sea el enfermo sino también en todo tipo de tratamientos”. Además, la resolución judicial ha apreciado que “sólo de forma genérica contiene que la enferma ha sido informada sobre sus métodos, riesgos, complicaciones, ventajas y fines que pudieran derivarse del tratamiento quirúrgico, anestésico, trasfusional o medicamentoso”. En este caso, el facultativo tuvo que indemnizar a una sentencia a la paciente con 6.000 euros.
Leer la noticia: «Indemnizan con 25.000 euros a una paciente por la chapuza realizada durante una operación de pecho».