Lo que su médico diagnosticó como una simple falta de hierro era una enfermedad terminal. Una vizcaína de 70 años pasó cinco meses creyendo que sufría anemia cuando en realidad padecía un cáncer de colon. Osakidetza indemnizará a la mujer con 68.000 euros por el error cometido en el diagnóstico de la enfermedad.
La paciente acudió en varias ocasiones a su ambulatorio de Balmaseda al presentar una astenia intensa. Se sentía agotada y tenía dificultades para respirar. La señora fue recibida en el centro sanitario por una doctora que sustituía a su médico de cabecera habitual.
Tras ser sometida a varias pruebas, la doctora le dijo que tenía anemia y le puso hierro como tratamiento. La mujer acudió en varias ocasiones a la consulta y pese a que no mejoraba, su caso no fue revisado. Transcurridos cinco meses, la familia la llevó a Cruces, donde le fue diagnosticado un cáncer de colon con metástasis pulmonares. «Es un tumor terminal en estado muy avanzado, sin posibilidad de curación a pesar de que la paciente está en tratamiento con quimioterapia», explica su abogado, Carlos Gómez Menchaca.
La paciente interpuso una reclamación por daños y perjuicios al entender que «no se atendió debidamente a los resultados de las pruebas realizadas con las que se podía haber descartado la anemia», añade el letrado. La paciente y Osakidetza han llegado a un acuerdo extrajudicial por el que la mujer será indemnizada con 68.000 euros después de que las autoridades sanitarias hayan aceptado que ha existido una «demora injustificable» en el diagnóstico del cáncer.
Publicado por El Correo, el 12 de julio de 2.009