Un caso que ha conmovido a nivel internacional y que pone de manifiesto la importancia de la seguridad en la atención médica se ha convertido en el centro de atención en el Parlamento Europeo.
Se trata de la trágica muerte de Ane y las graves secuelas sufridas por Yara, dos bebés prematuras extremas, a causa de un intercambio de medicamentos en el Hospital Donosti en enero de 2020.
Este caso ha sido impulsado por la asociación EHMA (European Health Management Association), una de las más importantes del mundo sanitario, vinculada a la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha celebrado un seminario sobre los errores en la administración de medicamentos, que servirá de base para plantear una iniciativa legislativa del grupo de los verdes en la Cámara.
El abogado Carlos Gómez Menchaca, quien representa a la familia afectada cita el caso como un ejemplo paradigmático de la necesidad de reformas legislativas en el ámbito de la administración de medicamentos.
La voz de los afectados
La madre de Ane, Elisabeth, y su abogado, Carlos Gómez Menchaca, participaron en el seminario activamente en las ponencias a través de videoconferencia. Estas ponencias se llevaron a cabo los pasados 17 y 18 de septiembre, coincidiendo con el Día de la Seguridad del Paciente.
Junto a ellos, se contó con la participación de un representante de un laboratorio farmacéutico, una diputada europea y el responsable de EHMA en España. Elisabeth y su esposo, quienes perdieron a su hija Ane, decidieron sumarse a este evento con el claro objetivo de que la muerte de su hija al menos sirva de algo para otras personas.
Nacidas prematuramente
Ane llegó al mundo en la semana 24 de gestación, con tan solo 600 gramos de peso. Esta prematura extrema compartía incubadora en el servicio de Neonatología del Hospital Donostia con otra bebé de 800 gramos. Ambas bebés mostraban signos positivos desde su nacimiento, pero su salud comenzó a deteriorarse en los días 3 y 4 de enero de 2020.
Finalmente, se descubrió que en lugar del suero alimenticio que necesitaban para ganar peso, les estaban administrando un potente anestésico, el Propofol. Las dos pequeñas dejaron de moverse, y Ane perdió la vida el 8 de enero, mientras que Yara quedó con secuelas graves cuyo alcance solo se podía determinar a medida que creciera.
Investigación y sentencia
Tras la publicación de un artículo sobre este trágico caso, la Fiscalía del País Vasco inició una investigación que concluyó que se había cometido una infracción penal, calificándolo como una «muerte causada por imprudencia menos grave». El Propofol, llegó a la unidad de Neonatología por un error desde el servicio de Farmacia, ya que los envases eran del mismo color.
La Fiscalía determinó que «los profesionales no se cercioraron suficientemente de que eran los correctos». Los informes forenses señalaron una «correlación clínico-temporal entre la administración de Propofol, el empeoramiento y la muerte». A pesar de esto, los padres de la bebé llegaron a un acuerdo con Osakidetza, que les indemnizó con 125.000 euros, renunciando a emprender acciones legales y archivando el caso.
Conclusión
El caso de Ane y Yara, dos bebés prematuras cuyas vidas fueron marcadas por un trágico error en la administración de medicamentos, ha llegado al Parlamento Europeo gracias a la incansable lucha de sus padres y la atención de la EHMA. Este incidente pone de manifiesto la importancia de la seguridad del paciente y la necesidad de implementar medidas más rigurosas para prevenir errores médicos.
A través de la iniciativa legislativa propuesta en el Parlamento Europeo, se espera que casos como este puedan evitarse en el futuro y que la memoria de Ane sirva como un recordatorio constante de la necesidad de una atención médica segura y de calidad para todos.
Fuente: El Correo
https://www.elcorreo.com/sociedad/salud/muerte-bebe-error-medicamento-llega-parlamento-europeo-20231006001847-nt.html