Los pacientes afectados, a través del despacho de abogados Gómez Menchaca, exigen a Sacyl (Sanidad Castilla y León) cerca de dos millones de euros en concepto de indemnización.
En el último mes, han aparecido dos personas más en Valladolid, cuyas pruebas apuntan a que los lotes en mal estado de este producto sanitario fueron los que se emplearon en sus operaciones. De momento, seis de estas siete personas que han perdido la visión han presentado reclamaciones ante la Administración de Sanidad en Castilla y León, y en las próximas semanas, la séptima también reclamará. Los siete afectados pedirán en torno a dos millones de euros en concepto de indemnización a Sacyl porque consideran que existe un relación causa-efecto «indiscutible» entre las operaciones y su ceguera «irreversible». De momento, a Sacyl solo le constan cinco afectados por el uso del perfluoroctano.
Fuentes cercanas a las investigaciones científicas señalan que en breve empezarán a salir a la luz nuevos casos en Valladolid. Aseguran que la cifra rondará la veintena. La falta de comunicación e información del problema a los afectados por parte de Sanidad dificulta que las personas que han perdido la visión tras una operación de retina con el perfluoroctano vinculen su ceguera a la toxicidad del producto. Esta opacidad supondrá que los casos salgan poco a poco. Incluso, algunos de los que han tramitado las reclamaciones reconocen que se enteraron por los medios de comunicación. Carlos Gómez Menchaca, del despacho de abogados bilbaíno que lleva su nombre, afirma que es probable que algunos de los afectados no se enteren de lo que les ha sucedido porque viven en el entorno rural.
Su despacho especializado en casos sanitarios es el que gestiona todas las reclamaciones presentadas ante Sacyl. El jurista bilbaíno asegura que Sanidad deberá responder a las indemnizaciones y, si no, se recurrirá a la sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.