Un juzgado de Vitoria ha condenado a dos anestesistas de una clínica de la capital alavesa a pagar una indemnización de 16.200 euros a una paciente que sufrió un desgarro en la tráquea tras ser intubada durante una operación de estética. La mujer, de 44 años, tuvo que ser trasladada en estado grave al hospital de Santiago y, posteriormente, a la clínica Universitaria de Navarra, donde se le sometió a una intervención de urgencia ante el riesgo que corría su vida.
La paciente entró al quirófano para ser sometida a una operación de cirugía plástica de abdomen. A los cuatro minutos de ser intubada tuvo un episodio de broncoespasmo – cierre de las vías aéreas superiores- de carácter grave. Los médicos, tras sacar a la paciente de la crisis, decidieron suspender la intervención. La mujer fue trasladada a la unidad de reanimación. Al día siguiente, los especialistas detectaron que la enferma presentaba síntomas de sufrir un desgarro en la tráquea por lo que fue evacuada al hospital de Santiago, donde ingresó en Cuidados Intensivos.
Horas más tarde, los médicos decidieron evacuar a la paciente a la Clínica Universitaria de Navarra. El informe de los especialistas que trataron en la clínica a la paciente indica que sufría «un desgarro traqueal post-intubación, de cuatro centímetros», y añadía que la mujer llegó «en estado grave» de Vitoria y tuvo que ser sometida a una operación de urgencia con «con grave riesgo vital». La mujer permaneció doce días ingresada, más de dos meses de baja y le quedó una gran cicatriz en el cuello.
La defensa de los anestesistas argumentó que el desgarro no ocurrió como consecuencia de una mala práctica médica durante la anestesia y la intubación. Apuntó la posibilidad de que hubiese influido la «tos persistente de la paciente, fumadora en exceso».
El tribunal, sin embargo, estima que, aunque al anestesista no se le puede exigir que durante la intervención no surja una complicación, sí se le debe reclamar que «reaccione» de la forma más adecuada «para solventarla o paliar sus efectos». La sentencia recuerda que entre las doce de la noche y las siete de la mañana, la paciente que se encontraba en la unidad de Reanimación no fue visitada por médico alguno. La decisión judicial considera que los anestesistas tienen una responsabilidad en el problema sufrido por la mujer y condena a su compañía de seguros a pagar la indemnización.
Publicado por El Correo el 3 de mayo de 2.005