Tamara había tenido un embarazo «absolutamente normal», pero un «error» cometido por el equipo médico durante el parto va a hacer imposible que el pequeño Pedro pueda llevar una vida como los demás niños. El bebé nació con una «parálisis cerebral severa» que se podría haber evitado si «la asistencia sanitaria prestada durante el alumbramiento hubiese sido la correcta», sentencia una resolucion judicial.
Tanto el niño como la madre se encontraban en «perfectas condiciones» cuando la joven ingresó en uno de los paritorios del hospital de Basurto para dar a luz. Las complicaciones surgieron durante la preparación al parto. El pequeño sufrió una «asfixia perinatal» que pasó desapercibida para el equipo médico al carecer de vigilancia monitorizada en las dos horas y media previas al alumbramiento. La falta de oxígeno produjo en el bebé «lesiones catastróficas», como una «encefalopatía con grave retraso de crecimiento».
Tamara y su marido decidieron llevar al Servicio Vasco de Salud a los tribunales y un juez les acaba de dar la razón tras seis años de pleitos. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha condenado a Osakidetza a pagar a los demandantes una cantidad de 470.000 euros por los «daños y perjuicios» ocasionados a su hijo, que sufre secuelas «irreversibles» y «progresivas». La Diputación vizcaína ha valorado la minusvalía del niño en un 65%, según informó el abogado de la familia, Carlos Gómez Menchaca. Se trata de una de las mayores indemnizaciones a las que ha tenido que hacer frente la red pública por un error médico en un parto.
Sin pruebas
Los hechos juzgados se produjeron el pasado 9 de agosto de 2003. Tamara ingresó en el hospital de Basurto a las 6.30 horas. La joven fue trasladada a uno de los paritorios del centro, donde el equipo médico puso en marcha el protocolo de control del parto. Durante la hora y media siguiente, el bebé sufrió un «considerable aumento de la frecuencia cardiaca» que el equipo médico «no tuvo en cuenta». Desde la una de la tarde hasta las tres y media que nació el pequeño, los sanitarios «no realizaron ningún seguimiento del estado de la madre ni del feto», explica el letrado de los demandantes. En la historia médica de la paciente tampoco consta que se le realizase «prueba alguna» para ver el estado del niño.
El examen médico efectuado al pequeño nada más nacer confirmó que había padecido un «sufrimiento fetal severo» que le produjo una «parálisis infantil» como consecuencia de una «falta de vigilancia durante el parto».
La sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco reconoce que «concurren los presupuestos necesarios para declarar la responsabilidad patrimonial de la Administración al haberse causado una serie de secuelas al neonato en la asistencia practicada en el hospital de Basurto».
El fallo también señala que «el sufrimiento fetal agudo que dio lugar a las graves lesiones neurológicas de carácter permanente e irreversibles» que padece el niño, que ahora tiene seis años, «se hubiesen evitado con los controles necesarios».
Tras analizar los exámenes realizados por los peritos médicos, el juez del caso entiende que se produjo un «funcionamiento anormal del servicio» y condena a Osakidetza a indemnizar a los demandantes con un total de 470.000 euros.
Tamara ha tenido otro niño hace siete meses, pero esta vez eligió el hospital de Cruces para dar a luz.
Publicado por El Correo Digital el 4 de octubre de 2.009.